Si Filmin es la mayor representante de las plataformas de cine y series online en el terreno español, en el internacional lo es Netflix. Este servicio de origen estadounidense comenzó sus andanzas en la red allá por 1999, pero hasta 2015 no llegó a España.
En principio, ofrecía sus contenidos vía streamming y también por correo postal, siendo en la actualidad el más utilizado y el que lo ha popularizado en todo el mundo, aunque el segundo se sigue manteniendo, actualizándose en función de los nuevos tiempos.
Además, la actividad de Netflix no se limita a la oferta de películas y series sino que también las produce, por lo que buena parte de las opciones de su catálogo son de producción propia, sienda las más destacadas House of Cards, Orange is the new black, Stranger Things, Daredevil o la continuación de la popular Arrested Development, entre otras. A su vez, distribuye otras muchas películas y series de producción externa en sus versiones en otros países.
Al igual que Filmin, Netflix se contrata mediante el pago de una cuota periódica y permite visionar contenidos online en alta resolución, sin interrupciones y con posibilidad de elegir versión doblada u original subtitulada.
Para su análisis tomaremos como objeto la web de Netflix España. Desde el punto de vista de la estética se opta por una imagen de cabecera que capte la atencción, a través de un montaje de algunos de los productos más atractivos de su catálogo, acompañado de un título que apela directamente al usuario para que contrate el servicio con la oferta de un primer mes gratis y la posibilidad de cancelarlo en cualquier momento. El resto del diseño es bastante sencillo, utilizando el rojo para las opciones que se quieren destacar, el blanco para las letras y el negro de fondo.
En lo que respecta a la navegabilidad y accesibilidad cabe destacar que el usuario no registrado no puede acceder al catálogo, al menos no desde la web oficial, un inconveniente que le resta comodidad a la propuesta ya que no estaría de más que la propia página diera acceso a los navegantes y estos pudieran conocer aquello que van a contratar.
Lo usuarios que sí poseen cuenta en la web pueden escoger alguna de las películas o series dispuestas en la página principal, divididas según criterios en función de su género o su fecha de estreno, o bien pueden ir a contenidos concretos en la barra de búsqueda. También pueden elegir la pestaña "Kids" en la barra superior para ir a la sección infantil o seleccionar su cuenta donde ellos mismo pueden realizar listas para futuras visualizaciones.
Por último, la participación y recepción de navegantes, dejando a un lado la sobreentendida potestad que todo usuario de plataformas de cine online tiene al poder elegir qué ver y cuándo verlo, en el momento y orden que desee, no va mucho más allá de los comentarios en cada ficha técnica sobre la película o serie vista y de su presencia en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
En definitiva, Netflix es el perfecto ejemplo de la expansión del cine en internet, ya no sólo por su éxito internacional, sino que abre otro camino en cuanto a producción se refiere, puesto que no sólo distribuyen contenidos, también los producen, llevando a cabo proyectos que a menudo no tienen cabida dentro de la industria hollywoodiense.
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